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6/2/09

La nevera.

Tres almas suben al cielo y San Pedro, que está en la puerta, les
dice:
"Si no es por no dejaros entrar..., pero es que aquí ya no cabe
ni un alma más....; bueno..., una sí..."
Las 3 almas se miran entre sí con cara extrañada y dice una:
"Bueno... ¿y qué hacemos?"
San Pedro les contesta:
"Yo lo que hago en estos casos, es que cada alma me cuente cómo
ha muerto y la que lo haya hecho de la forma más increíble, entra en el
cielo"
Va la primera alma y le cuenta:
"Yo hacía tiempo que sospechaba que mi mujer me ponía los
cuernos...; un día decidí llegar antes del trabajo para pillarla "in
fraganti"...; incluso decidí subir los 25 pisos andando para que no me
oyeran llegar...
Cuál fue mi sorpresa que me encontré a mi mujer en
pelota picada tumbada en la alfombra y la muy perra me dice que
estaba haciendo gimnasia desnuda.
Me empiezo a cabrear y a buscar al hijo de puta que se la estaba
tirando...
En esto que oigo como alguien está rascando en la ventana y me
encuentro a un tío colgado en la cornisa. Entonces cogí un bate de
béisbol y le empecé a dar de hostias hasta que se soltó y cayó,
pero el hijo puta tuvo tanta suerte que cayó en un toldo, rebotó
hacia unos arbustos y se salvó... Yo desesperado, cogí la nevera y se
la tiré a ver si le daba y me lo cargaba, con tan mala suerte que
se me enredó el cable en el pie y caí por la ventana detrás de la
nevera..."
San Pedro flipado le hace salir y hace pasar a la siguiente
alma...
Pregunta y ésta responde...:
"Yo era un limpia cristales, con futuro, eso sí... y un día que
estaba limpiando los cristales en un piso 26, se me rompió una cuerda
del
andamio y me caí...; pero conseguí cogerme a la cornisa del piso
de abajo...
Empecé a dar golpecitos a la ventana para ver si alguien me podía
ayudar y en esto que sale un tío con los ojos rojos de ira y me empieza
a dar de hostias con un bate y a insultarme hasta
que caí. Menos mal que había un toldo que me hizo rebotar
haciaunos arbustos y me salvé...; me toqué y vi que no me había hecho
nada, pero al mirar hacia arriba vi que venía una nevera hacia mí con
el tío detrás..., me cayó encima y..., ya no sé más...
San Pedro, ya descojonado y partiéndose de la risa, le dijo a la
siguiente alma que pasara... y que ya podía ser cojonuda su forma de
morir, que lo tenía dificilillo para entrar después de lo que estaba
oyendo....
A la pregunta de San Pedro de cómo había sido su muerte,
responde...:
"...Pues yo me estaba tirando a la mujer de un amigo cuando
aparece éste y, joder..., no se me ocurre otro sitio para esconderme
que la nevera..."


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2 comentarios:

  1. ja ja ja que bueno me parto de risa.
    Gracias por poner este chiste tan gracioso.
    Con cariño
    Mari

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  2. Muy bueno. A veces unos chistes para que te salten las risas no están mal en este mundo de desgracias.
    Un salñudo.

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