Un hombre va caminando por la calle cuando se encuentra a un indigente que le dice:
- Una limosna, por favor.
- No, que seguro que la quieres para beber.
- No, señor, yo no bebo.
- Entonces la querrás para ir con mujeres de mal vivir.
- No, señor, yo no hago eso.
- Entonces será para drogarte.
- Tampoco, señor. Soy un hombre honrado.
- Pues entonces véngase a mi casa que le voy a enseñar a mi esposa cómo acaba un hombre honrado.
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