Amanda es una mujer que a los 37 años su marido le pidió el divorció. Llevaban muchos años, hasta tenían dos hijos.
La decisión de su pareja la sorprendió tanto que entró en una depresión y, para animarse un poco decidió hacerse un tatuaje. Pero ya dicen que esto de tatuarse es un vicio y, ahora esta mujer que tiene 49 años lleva la mayor parte de su cuerpo con tatuajes.
articulo publicado en: abrelaboca
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